Uno de los objetivos de captar una imagen es conservar la experiencia vivida. La fotografía lleva años haciéndolo, mejorando para que los recuerdos se hagan más nítidos y frescos. Viajes, bodas, nacimientos, aniversarios, fechas especiales… Atesoramos en la memoria muchos momentos que no queremos olvidar y los recordamos de maneras muy diferentes.
Hay quien disfruta con una sesión de fotos. Son personas que se pueden pasar horas viendo las hojas de un álbum creado para la ocasión. Suelen tomarse su tiempo para seleccionar las fotografías que lo componen porque las eligen según la historia que hay detrás. Cada página les sirve para contar una situación que han vivido. Seguro que alguno de tus clientes te ha contado alguna, lo recordarás porque se les ilumina la cara con una sonrisa, incluso con algo de nostalgia.
Los amantes de la fotografía crean un álbum y lo archivan con cariño, siempre a mano para cuando alguien les visite y quieran recuperar alguna imagen para ilustrar la anécdota que cuentan. Hace unas cuantas décadas, las fotos se guardaban en cajas de zapatos hasta que llegaban a nuestras manos amarilleadas. Ahora existe la posibilidad de conservarlas mejor en una caja. En la imagen de la izquierda te proponemos nuestro álbum + caja PhotoLuxe que, con una tapa que puede convertirse en cuadro a modo de exposición (mira este vídeo para ver cómo funciona), es un recuerdo pensado para durar toda la vida.
Otra manera de guardar los recuerdos es volver a vivirlos a diario, es decir, tenerlos tan cerca que se puedan ver hasta varias veces al día. Esto es propio de personas que no quieren olvidar pero que quizá no tienen tiempo de pararse a recordar. Siguen otro ritmo y por eso, más que crear un álbum, prefieren no parar demasiado y dedicarse a descubrir nuevas experiencias con las que llenar su vida. Si alguno de ellos ha pasado por tu estudio, es posible que seas tú quien ahora tiene una sonrisa en la cara porque contagian sus ganas de vivir.
Para estas personas, nuestra propuesta es que les ayudes a crear una pared que muestre sus hitos. Puede ser en la entrada de su casa para que hasta el repartidor de pizza la vea o en el comedor para refrescar la memoria durante un corte publicitario, incluso en el pasillo que comunica con su dormitorio. Con nuestras Bubbles en varios tamaños y colores puedes lograr que se convierta en su particular paseo de la fama, con tantos momentos estelares como quieran recordar.
Una última forma de guardar aquello que no se quiere olvidar es convertirlo en un objeto cotidiano. Gracias a la fotografía, cualquier cosa puede transformarse en un portador de recuerdos. El más clásico seguramente sea el calendario: cada mes tenemos la ocasión de rememorar lo que hicimos por aquella época el año anterior. También puede ser un grupo cubos con 4 imágenes que variar cada poco tiempo o un glass block, ambos sirven para decorar una habitación o una oficina.
Y es que las empresas también tienen una memoria que conservar. El formato entonces puede ser más grande, quizá un fotomontaje en vinilo para decorar una tienda o para contar su historia en el stand de una feria. Es otro tipo de recuerdo pero en Sinfo tenemos soluciones para todos los que se valen de las fotos para conservar más viva su existencia.
Ahora que pronto termina el año, es un buen momento para animar a tus clientes a recordar lo vivido y ayudarles a guardarlo de la mejor manera posible.
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